Cuando piensas en vino rosado, es imposible que una versión burbujeante no venga de inmediato a la mente. ¿verdad que sí? es que el vino rosado ocupa un lugar especial en nuestros corazones. Es una de las variedades más diversas en el mundo del vino, con una gama de características que van desde seco hasta dulce, de color claro a oscuro, y más.
El mundo del vino rosado es un lienzo en constante evolución de colores, aromas y sabores.
¿Cómo se hace el vino rosado?
La elaboración del vino rosado combina las técnicas tanto de vinificación de vinos tintos como blancos. La clave radica en las pieles de las uvas. Cuando se cosechan las uvas rojas, sus pieles se dejan en contacto con el jugo durante un tiempo específico, generalmente unas pocas horas.
Los rosados se elaboran típicamente con uvas tintas de dos maneras:
- Un enólogo prensa las uvas (muchas de las mismas que se encuentran en sus vinos tintos favoritos, como Cabernet Sauvignon o Garnacha) justo después de la cosecha, lo que produce un color rosado pálido.
- El enólogo tritura las uvas y las deja reposar en contacto con los hollejos antes de separar el jugo rosado de los hollejos.
Algunos rosados se elaboran mediante un tercer método: mezclar vino blanco con vino tinto, pero rara vez son de alta calidad.
Este contacto imparte al vino su distintivo tono rosado, que va desde un rosa pálido hasta un coral vibrante (similar a cómo se elabora el vino naranja).
A diferencia de los vinos tintos, donde las pieles permanecen en contacto con el jugo durante toda la fermentación, los vinos rosados tienen un período de maceración más corto. Esta exposición limitada resulta en un color más claro y un perfil de sabor más delicado. Es este toque suave el que confiere a los vinos rosados su carácter inconfundible y los convierte en el compañero ideal para una amplia variedad de ocasiones.
¿A qué sabe el vino rosado?
Si aún no has probado un delicioso vino rosado, ¡te estás perdiendo de un montón de sabores! Los sabores principales que puedes encontrar en un vino rosado son frutos rojos, flores, cítricos y melón, con un agradable sabor verde crujiente al final similar al apio. Eso sí, dependiendo del tipo de uva con la que se elabora el vino rosado variará mucho el sabor.
Por ejemplo, un rosado italiano Aglianico de color intenso (el rosado se llama "Rosato" en Italia) ofrecerá sabores de cereza y ralladura de naranja, y un rosado garnacha de color pálido de Provenza en Francia tendrá un sabor a melón dulce, limón y apio.
Ten en cuenta que el sabor de cualquier vino rosado varía según el tipo de uva con el que se elabora, y su sabor es difícil de predecir con solo mirarlo.
Los vinos rosados tocan la piel de las uvas rojas durante aproximadamente 2 a 20 horas.
La ciencia detrás del vino rosado espumoso
Crear un vino rosado espumoso implica tomar un vino rosado base e iniciar un proceso de fermentación secundaria agregando azúcar y levadura. Este proceso produce CO2, que luego es reabsorbido por el vino bajo presión.
Este método puede ocurrir en grandes tanques de acero o autoclaves, conocido como método Charmat, o directamente en la botella misma, conocido como método tradicional. Este proceso no es exclusivo del vino rosado, sino que se aplica a todos los vinos espumosos en general.
Explorando el universo efervescente
El vino rosado espumoso abre un mundo de deliciosas posibilidades para los aficionados al vino. Su efervescencia añade un toque de glamour a cualquier ocasión, mientras que su diverso perfil de sabor satisface una amplia gama de paladares. Ya sea que estés sorbiendo un vino rosado espumoso tradicional o un vino prosecco rosado, cada copa promete un viaje de gusto exquisito y disfrute incomparable.
¿Cuándo y cómo servir vino rosado?
Nuestra recomendación es servir el vino rosado frío, muy frío o incluso congelado. Su naturaleza ligera y refrescante dicta que es más apropiado para ocasiones informales, lo que lo convierte en una opción obvia para servir en una comida al aire libre, un picnic o un brunch en un clima cálido.
A pesar de su ambiente de vino de primavera-verano, debido en parte a que es cuando generalmente llegan al mercado nuevos lotes de rosado, los fanáticos se están dando cuenta de que pueden disfrutar de la bebida rosada durante todo el año.
Puedes servir el vino rosado frío en una copa de vino blanco llena hasta la mitad. Recuerda sostenerlo por el tallo mientras bebes para evitar calentar el vino.
Tip: Si lo vas a servir al aire libre en un día cálido, agregue uno o dos cubitos de hielo para mantener el rosado frío.
Así que, la próxima vez que estés considerando una botella de vino para celebrar o simplemente para disfrutar de una tranquila velada, considera incluir en tu lista al vino rosado tradicional o al espumoso. Su efervescencia y encanto pueden convertirlo en tu nuevo “indispensable”:
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